A la hora de cumplir con el deber de pagar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), a muchas personas les cuesta saber
cómo se calcula la cantidad a pagar y por qué unos años el resultado de la
declaración de la renta les sale con un resultado positivo (a pagar) y otros negativo (a devolver).
Si quieres saber cuánto tienes que pagar a Hacienda, te contamos cómo puedes saberlo calculando tu base imponible.
Cómo calcular la base imponible del IRPF
En un impuesto, la base imponible es la cuantificación económica del hecho imponible, que es el origen de la obligación de tributar. En palabras sencillas, la base imponible del IRPF es la
cuantificación de las rentas obtenidas por un sujeto en un ejercicio económico sobre las que se calcula su obligación de tributar. Para calcularla, hay que diferenciar entre las diferentes rentas en función de su origen:
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Rentas procedentes de rendimientos: son fuentes de renta como consecuencia del trabajo, del capital y de actividades económicas.
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Rentas procedentes de ganancias y pérdidas patrimoniales: no son rentas, sino variaciones del patrimonio que se producen cuando se compran y venden bienes (diferencia entre valor de compra y de venta).
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Rentas imputadas: es el caso más complejo, relativo a rentas inmobiliarias, rentas en régimen de transparencia fiscal internacional, rentas por cesión de derechos de imagen y rentas por participar en instituciones de inversión colectiva en paraísos fiscales.
Lo primero que se necesita para calcular la base imponible es determinar las rentas percibidas y sumar todas las cantidades. Para la mayoría de las personas, este ejercicio constará de sumar rentas procedentes de rendimientos y de variaciones patrimoniales, por ganancias o pérdidas.
Por ejemplo, un trabajador que cobra 2.000 euros brutos al mes en 12 pagas y no percibe ninguna otra remuneración más, suma una base imponible de 24.000 euros brutos al año. Si además tuviera un piso alquilado por 500 euros al mes, su base imponible en el ejercicio sería de 30.000 euros (salario + renta alquiler).
La Ley contempla, además, dos tipos de bases imponibles que hay que tener cuenta porque cada una de ellas tributará a un tipo diferente:
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Base imponible general: la correspondiente a rendimientos del trabajo, actividades económicas, determinados rendimientos del capital mobiliario e ingresos procedentes de entidades en atribución de rentas. Tributa al tipo general, entre el 20 y el 45%, en función de la base.
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Base imponible del ahorro: por rendimientos de capital mobiliario (por pago de intereses en cuenta corriente, dividendo de acciones, ganancias y pérdidas patrimoniales). Tributa a un tipo fijo, entre el 20 y 24%.
Continuando con el ejemplo anterior, si el contribuyente además del salario y la renta por el alquiler, tiene unos ingresos procedentes de productos de ahorro de 5.000 euros (por ejemplo, de un dividendo de acciones), deberá tener en cuenta dos tipos de bases imponibles:
Al restar a la base imponible las deducciones, se obtiene como resultado la
base liquidable general, cantidad a la que hay que restar el "mínimo personal y familiar", que es una cantidad que se considera básica para subsistir y que no tributa. Al valor resultante se le aplica la correspondencia del tipo impositivo y se obtiene la cantidad a pagar por el contribuyente en el ejercicio.
La
tabla de tipos ha sido actualizada por el Gobierno para el ejercicio 2015, en una medida extraordinaria aprobada en julio de este año y que se comienza a aplicar desde la nómina del mismo mes. En función de la base imponible, se calculará la cuota a pagar por cada contribuyente. Estos son los tipos resultantes:
Base imponible (euros) |
Cuota inicial 2015 (euros) |
Nueva cuota 2015 (euros) |
Ahorro año (euros) |
3.000 |
600 |
585 |
15 |
6.000 |
1.200 |
1.170 |
30 |
12.000 |
2.400 |
2.340 |
60 |
20.200 |
4.427,50 |
4.326,50 |
101 |
33.000 |
8.395,50 |
8.230,50 |
165 |
40.000 |
11.045,50 |
10.815,50 |
230 |
50.000 |
14.945,50 |
14.615,50 |
330 |
90.000 |
32.945,50 |
32.215,50 |
730 |
300.000 |
131.645.50 |
128.815,50 |
2.830 |
En definitiva, la base imponible es un concepto que en Hacienda Pública trata de cuantificar un hecho que servirá a posteriori para calcular
cuál será el importe que un sujeto deberá pagar a Hacienda. Por este motivo es tan importante; porque en función de nuestras rentas y, por lo tanto, de nuestra base imponible, se calculará nuestra contribución a Hacienda.
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