Sumando todos los conceptos anteriores, se obtiene el salario total devengado, cantidad a la que hay que restar la parte correspondiente a impuestos y obligaciones fiscales de pago del trabajador y, si las hubiera, con la empresa.
El segundo bloque importante en la nómina de un trabajador es el correspondiente a las
deducciones por obligaciones fiscales y con la empresa, es decir, por el pago de las cuotas del IRPF, a la Seguridad Social y otras obligaciones que el trabajador tenga pendientes con la empresa por haberlas adquirido con carácter voluntario, por ejemplo, para devolver un anticipo de nómina.
Haciendo las cuentas para obtener el salario neto
A partir de las cantidades anteriores, se hacen cuentas, restando al salario total devengado la parte correspondiente a deducciones por impuestos y obligaciones voluntarias del trabajador. De esta manera, se obtiene el salario neto, que es la cantidad líquida que percibes en tu cuenta cada mes.
Este importe puede ser constante mensualmente, si no varían los conceptos que se aplican en la nómina; o bien puede variar, si se aplican diferentes términos en el salario o las deducciones. Por ejemplo, si un trabajador percibe comisiones trimestrales, en la nómina en la que éstas se apliquen, se reflejará un mayor salario total devengado. En el caso de que se pague un seguro médico, puede que la empresa aplique el pago en una única anualidad y, por tanto, se tenga una nómina diferente al resto de las del ejercicio, o bien que se prorratee y reparta de forma igual a lo largo del año.
Datos básicos e imprescindibles
En la nómina tienen que aparecer claramente los datos de la empresa (nombre, CIF y código de cuenta de cotización de la Seguridad Social) y del trabajador (nombre y NIF).
Todos estos elementos determinan los conceptos que todo trabajador debería conocer para entender su nómina. Aunque existen más, los once que hemos explicado son los fundamentales para la mayor parte de trabajadores.