Cómo planificar la jubilación: pensiones o fondos de inversión

Debido a  la crisis económica, se ha reavivado el debate sobre la viabilidad del sistema de pensiones español. El crecimiento demográfico y, los cada vez, menores fondos con los que cuenta la Seguridad Social para garantizar las prestaciones por jubilación a nuestros mayores son los dos grandes motivos que generan desconfianza sobre los futuros pagos a los individuos que se vayan jubilando.

Son muchas las personas que, ante tal incertidumbre, han decidido contratar un plan de previsión para su futura jubilación, normalmente a través de un plan de pensiones. Partiendo de la base de que ahorrar para nuestra jubilación es para muchos una necesidad, hay que entender que los planes de pensiones no son el único instrumento para hacerlo, ya que existen otros que, como los fondos de inversión, pueden ayudarnos de cara a realizar una previsión de nuestra jubilación.

Ahorrar hasta mi jubilación y su fiscalidad, la razones de ser de los planes de pensiones

Las dos principales razones por las que los ahorradores se decantan por los planes de pensiones son, por un lado, que éste es un producto especialmente diseñado para este fin y, por otro lado, su atractiva fiscalidad.

En cuanto a su objetivo, la imposibilidad de utilizar estos fondos hasta el momento de nuestra jubilación (pese a que el Gobierno ha posibilitado retirar parte del dinero con anterioridad al momento de nuestro retiro con la Reforma Fiscal) es el motivo fundamental para elegir los planes de pensiones, evitando la tentación de retirar el dinero antes de tiempo y utilizarlo para un fin diferente para el cual lo habíamos planeado.

Por el lado de la fiscalidad, hay que tener en cuenta dos rasgos diferenciadores de los planes de pensiones con respecto a los fondos de inversión:

  • Al hacer aportaciones al plan de pensiones, éstas se pueden deducir de la base imponible del IRPF, en función de la edad y de los ingresos del contribuyente.
  • Cuando recibimos las prestaciones, éstas se consideran como renta del individuo y, por tanto, tributan como rendimientos del trabajo. Por tanto, en función del método de rescate elegido​, puede generar una carga fiscal excesiva.

En los fondos de inversión, en cambio, no hay restricciones en cuanto a la liquidez (cualquier partícipe puede vender su participación y recuperar de esta manera el dinero), mientras que no disfrutan de ningún beneficio fiscal por las aportaciones aunque, a la hora de rescatarlo, solo tendremos que tributar por los beneficios obtenidos con los tipos correspondientes a la renta del ahorro, mucho menos gravosos que los tipos del IRPF, aunque esto depende de cada caso.

Productos muy similares en su gestión profesional

Sin embargo, la gestión profesional entre un plan de pensiones y un fondo de inversión es muy similar. Ambos productos invierten sus capitales en una variedad de activos en función de sus estatutos y sus objetivos de riesgo y rentabilidad y, además, gestionan el dinero de una multitud de inversores cuyos rendimientos tendrán relación con los resultados colectivos.

Es más, se puede decir que los gastos de gestión asociados a uno y otro son similares. Si bien es cierto que las comisiones de los planes de pensiones son más bajas por ley que las aplicadas a los fondos de inversión, compensan este mayor coste con regalos para el partícipe que en algunos casos son significativos, lo que acaba repercutiendo en la rentabilidad de los mismos.

Hay que decir, sin embargo, que hay menos variedad de planes de pensiones que de fondos de inversión, no solo en cuanto a número, sino también en cuanto a políticas de inversión y en cuanto a competencia. Hay que decir que muchas grandes gestoras comercializan solo fondos de inversión, y no planes de pensiones.

Entonces, ¿qué elijo de cara a mi jubilación?

A tenor de todos los pros y los contras explicados en los puntos anteriores, parece que el fondo de inversión es una alternativa a considerar de cara a nuestra futura jubilación, sobre todo porque la penalización fiscal a la hora de obtener el capital en el rescate es mucho menor.

Sin embargo, hay sectores de población para los cuales los planes de pensiones son todavía el método ideal de ahorro. Por un lado, las personas que no sean capaces de mantener el capital ahorrado y lo rescaten antes de tiempo sin motivo justificado y; por otro lado, aquellos ahorradores con grandes aportaciones anuales que puedan beneficiarse de una elevada deducción anual.; y, por último, trabajadores por cuenta ajena cuyos planes de pensiones sean abiertos por sus empresas ya que, además de la deducción, no se aplica retención y están exentas de cotización a la Seguridad Social.

En cualquier caso, la decisión última la tiene que tomar el ahorrador, en función de lo que él crea conveniente en cada caso.​